Site icon Telefono informacion

Errores comunes al actualizar el software de tu teléfono

Errores comunes al actualizar el software de tu teléfono

Errores comunes al actualizar el software de tu teléfono

La actualización de software: imprescindible pero delicada

Actualizar el software de tu smartphone debería ser una rutina tan natural como cargar la batería. Nuevas funciones, parches de seguridad, mejoras de rendimiento… ¿quién no quiere eso? Sin embargo, lo que parece un proceso sencillo puede provocar más de un quebradero de cabeza si no se hace correctamente.

En este artículo vas a descubrir los errores más comunes que se cometen al actualizar el sistema operativo de un móvil, cómo evitarlos y qué hacer si algo sale mal. Porque sí, un update mal hecho puede convertir tu flamante smartphone en un pisapapeles inteligente. Spoiler: no es muy útil como pisapapeles.

Actualizar sin hacer una copia de seguridad

Este es el gran clásico. Inicias la actualización, todo parece ir bien… hasta que tu teléfono decide que necesita un « hard reset » no solicitado o un archivo importante se corrompe. ¿Resultado? Un dispositivo limpio como recién salido de fábrica, pero sin tus fotos, mensajes o configuración.

No importa si usas Android o iOS: antes de actualizar, haz una copia de seguridad. Puedes usar Google Drive, iCloud o herramientas específicas como Samsung Smart Switch o HiSuite de Huawei. La previsión en este punto es tu mejor aliada.

Ignorar los requisitos de almacenamiento

« Tu dispositivo no tiene espacio suficiente para completar la actualización ». ¿Te suena? Muchos usuarios intentan actualizar sin comprobar antes el almacenamiento disponible. Un sistema operativo moderno puede requerir varios gigas libres, no solo para el archivo en sí, sino para los archivos temporales que se generan durante el proceso.

Mi consejo es: libera al menos 5 GB antes de iniciar cualquier actualización importante. Borra archivos temporales, apps que no uses o transfiere fotos y vídeos a la nube o a un ordenador. Preferiblemente antes de que el sistema te lo exija con un aviso insistente.

Actualizar con un nivel bajo de batería (¡error fatal!)

Este es otro error que suelo ver demasiado a menudo. La actualización comienza… y de repente, pantalla negra. ¿La razón? Batería insuficiente. Una interrupción en plena instalación del firmware puede corromper el sistema operativo por completo.

Regla de oro: asegúrate de tener al menos un 60% de batería, aunque lo ideal es mantener el dispositivo conectado al cargador durante todo el proceso. Actualizar en el metro, en clase o en medio de una videollamada no es el mejor momento, créeme.

Ignorar si el dispositivo es compatible con la actualización

Más común en usuarios de Android que buscan instalar la última versión « porque ya está disponible para otros ». Sin embargo, no todos los modelos reciben las actualizaciones al mismo tiempo, y forzar una instalación (por ejemplo, usando una ROM no oficial) puede provocar errores de funcionamiento, pérdida de compatibilidad con ciertas apps o incluso el temido « brickeo ».

Si la actualización no está disponible de forma oficial a través de los ajustes del teléfono, es por algo. Puede que tu modelo esté en la lista de espera, que el software actual necesite un parche previo o, en algunos casos, que la actualización simplemente no sea compatible.

No leer las notas de la versión

Sí, ya sé que leer las notas de la versión suena tan apasionante como un manual de microondas. Pero muchas veces ahí está la clave para evitar sorpresas desagradables.

Las notas informan sobre:

Una vez, después de actualizar un Xiaomi Redmi Note, descubrí que una de mis apps bancarias favoritas ya no funcionaba. El sistema había modificado ciertos permisos de seguridad y la app no era compatible. ¿Adivina dónde lo habían indicado? Exacto: en las notas de la versión.

Actualizar desde una red móvil en vez de Wi-Fi

Salvo que tengas una tarifa de datos ilimitados y una conexión 5G estable (lo cual no siempre es el caso), actualizar usando tus datos móviles es una manera segura de agotar tu plan y complicarte la vida si la descarga falla a mitad de camino.

El Wi-Fi es tu amigo. Busca una conexión estable, preferiblemente sin muchos dispositivos conectados al mismo tiempo. Y si puedes, evita actualizar mientras compartes red con el streaming 4K de tu compañero de piso. Menos multitarea, más éxito.

Saltarse los reinicios recomendados

Algunas actualizaciones requieren reinicios del sistema que no son negociables. Sin embargo, algunos usuarios (por impaciencia, prisa o rebelión pura y dura) deciden posponerlos o incluso ignorarlos.

Así es como comienzan los errores de funcionamiento, bloqueos aleatorios y cierres forzados de apps. Si el sistema te pide reiniciar, hazlo inmediatamente. Es parte del proceso que permite aplicar correctamente los cambios realizados durante la actualización.

Olvidar las actualizaciones de apps tras el sistema

Actualizar el sistema operativo mejora el entorno general, pero no garantiza que tus aplicaciones estén optimizadas para la nueva versión. Muchas apps lanzan actualizaciones específicas tras un cambio de versión de Android o iOS.

Tras actualizar el sistema, entra en la Play Store o App Store y actualiza todas tus aplicaciones. Esto evitará problemas de compatibilidad, errores gráficos y otras sorpresas desagradables. De hecho, algunas apps pueden negarse a abrirse si detectan que no están sincronizadas con la versión actual del sistema operativo.

Realizar una actualización mayor sin restablecer el dispositivo

Cuando se trata de una gran actualización (por ejemplo, pasar de Android 12 a Android 14), los residuos del sistema antiguo pueden provocar conflictos. Aunque no es estrictamente necesario restablecer el terminal en todos los casos, hacerlo puede mejorar significativamente el rendimiento y la estabilidad del dispositivo.

Considera hacer un hard reset después de una actualización importante. Eso sí, después de hacer copia de seguridad, como ya comentamos. Personalmente, lo he notado especialmente en smartphones de gama media con menos recursos: tras el reset, el sistema fluye mucho mejor.

Instalar betas sin entender los riesgos

Probar betas es tentador. Ser de los primeros en usar la nueva interfaz, testear funciones experimentales… suena genial. El problema viene cuando la beta convierte tu móvil en un experimento inestable y lleno de bugs impredecibles.

Instala versiones beta solo si:

He probado varias betas —incluyendo una de iOS que casi transforma mi iPhone SE en un calefactor de mano— y créeme, la precaución nunca sobra.

¿Y si ya cometiste uno de estos errores?

No te preocupes, todos hemos metido la pata alguna vez. Lo importante es saber cómo actuar:

Y por si lo estás pensando: no, meter el móvil en arroz no soluciona errores de software (aunque sí accidentes con agua… a medias).

La clave está en la preparación

Actualizar el teléfono no tiene por qué ser un drama. Basta con seguir unas buenas prácticas básicas: copia de seguridad, batería suficiente, espacio libre y estar informado. Dejarse llevar por la emoción tecnológica del momento sin revisar estos elementos es como lanzarse en paracaídas sin comprobar que está bien plegado.

Como amante de la tecnología, te animo a mantener tu móvil al día, pero siempre con cabeza. Una buena actualización puede alargar la vida útil del dispositivo, mejorar tu experiencia y, por qué no, darte esa pequeña dosis de dopamina digital que todos necesitamos de vez en cuando.

¿Y tú? ¿Has cometido alguno de estos errores? Cuéntamelo en los comentarios, seguro que no estás solo.

Quitter la version mobile